El amor nos mueve, nos cambia, nos llena. De cualquier forma que se presente, si es auténtico, es la principal energía del universo.
Como motor de nuestra vida nos ofrece múltiples oportunidades de crecimiento, disfrutando y también superando retos, desafíos, dificultades,…
Uno de los retos del amor que nos permiten crecer como personas es cuando sentimos un amor romántico no correspondido. Amar sin esperanza de ser amado, al menos como a nosotros nos gustaría, nos plantea un gran reto: aceptar la situación, seguir amando a esa persona, con el máximo respeto y no cerrarse a otros amores.
Aceptar la situación de un amor no correspondido es muy duro, desolador, puede quitarte las esperanzas, las ilusiones. Se puede ahondar en el sufrimiento y sentirse rechazado. Pero si aceptas los hechos, también disfrutarás de la felicidad de esa persona, aunque sea amando a otro. Sentirás el amor de otra forma, menos excluyente, más universal. Es difícil y, a veces, te sentirás mal. Pero, al final, la única respuesta es amar, aunque sea de forma distinta a lo que pensabas.
Para mi