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Al alba

Escribo este texto mientras en mi ventana empieza a clarear, poco a poco el cielo ofrece un espectáculo de luces y colores que tocan mi corazón. Un nuevo inicio, una nueva esperanza.

Al mismo tiempo, en otra parte del mundo se produce el ocaso. Otra maravillosa exhibición de luces que llevan al final de la jornada y de los propósitos y tareas de ese día.

Mientras tanto hay lugares que están en mitad del día. Millones de personas atareadas, en su pequeño mundo, con sus preocupaciones, grandes o pequeñas, con sus alegrías y sus tristezas.

La mayor parte del tiempo no somos conscientes del mismo. Entre el alba y el ocaso nos perdemos en obligaciones y múltiples tareas. Se nos olvida las maravillas de la vida, lo increíble que es estar vivo.

El sol ya asoma en el horizonte. Nadie sabe los que nos quedan por ver. Pero hoy, al alba he sentido, por un instante, toda la belleza del universo, todas las posibilidades de un nuevo día. El reto es aprovecharlo y mantener esta actitud el mayor tiempo posible.

Aprovechar la vida no se conjuga con el verbo hacer, ni con tener, vivir intensamente solo puede conjugarse con los verbos SER y AMAR.