A veces, a algunas personas, les pasa algo terrible, algo tremendamente repudiable y repugnante que les hace perder la inocencia de golpe y a una edad excesivamente temprana.
Para otros muchos, la inocencia se va perdiendo poco a poco y de forma parcial según se van recibiendo golpes y dejando atrás ilusiones y esperanzas.
Unos pocos mantienen la inocencia muchos años, hasta etapas avanzadas de la vida. Pero terminan perdiendo casi toda su inocencia cuando los que creía amigos no se acuerdan de ellos en los momentos difíciles. Cuando el trabajo bien hecho no tiene recompensa si no castigo. Cuando tienes que dejar tu trabajo por motivos de salud y te acusan de actuar por venganza. Cuando por motivos incomprensibles se justifica el asesinato de niños o dejar morir a ancianos sin atención médica.
Y, a pesar de todo, queda un último resquicio donde queda cierta esperanza, una pequeña porción de inocencia permanece, cuando todavía hay alguien que muestra cariño sin esperar nada a cambio, cuando aún queda alguna persona solidaria, altruista, que se preocupa por los demás, amigos o no. Porque todavía hay personas que cuidan al planeta, luchan por la justicia y se muestran solidarios, cariñosos y compasivos. Por todos ellos, para todos ellos: Gracias.
Todavía queda una mínima esperanza para la humanidad.
Aún no se ha perdido totalmente la inocencia.