Publicado en Actitudes, Sentimientos

Sin rencor

El rencor es un sentimiento negativo que se desarrolla en nosotros como medida defensiva contra el daño que nos han hecho o que creemos que hemos recibido.

Ningún ser es rencoroso, hay seres heridos a los que las circunstancias les han llevado a «guardar» las ofensas o daños causados para defenderse en el futuro. Es una actitud agresiva, a la defensiva.

El rencor es un síntoma inequívoco de debilidad. Nos sentimos vulnerables frente a los demás, por eso usamos el rencor como arma defensiva. Lo usamos porque nos sentimos débiles, inferiores, y antes de que nos ataquen atacamos. Respondemos con todo nuestro arsenal (el rencor).

Si estuviéramos seguros de nuestra fortaleza, no temeríamos el daño, no pensaríamos desde el rencor. No podrían dañarnos, por lo tanto sería innecesaria cualquier defensa.

Pero el rencor muestra, especialmente, la falta de amor hacia nosotros mismos y hacia los demás:

Hacia nosotros mismos porque nos dañamos con sentimientos negativos, porque permitimos que nos afecte la debilidad, el rencor de los demás, dejamos que dañen nuestra autoestima (si fuera la adecuada, no podrían dañarla).

Falta de amor hacia los demás porque devolvemos el daño que nos hacen, fomentando y aumentando la espiral del dolor y el odio.

Si estamos llenos de amor, las posibilidades de dañarnos son mucho menores.

Si nos dan desprecio y devolvemos interés, si nos atacan y nos protegemos desde y con amor, ayudamos a romper el ciclo negativo, en nosotros y en los demás. Ponemos nuestro granito de arena, para que un día cercano todas las espirales sean de amor.

Ángel Miguel